Un Certificado de Ahorro Energético (CAE) es un documento electrónico que garantiza que una actuación de eficiencia energética determinada consigue un nuevo ahorro de energía final equivalente a 1 kWh (por ejemplo, si se acomete una misma actuación implica un nuevo ahorro anual de 200 kWh, se podrán obtener por ella 200 CAE).
Este instrumento dando valor económico a cada certificado permite monetizar los ahorros energéticos, pudiendo recuperar así parte del coste de las inversiones en eficiencia energética.
De esta manera el usuario final se beneficia económicamente de actuar en su edificio recibiendo una contraprestación acorde a los ahorros obtenidos, ahorros que posteriormente se certificarán mediante el Sistema de CAE.

¿Cuál es el objetivo del sistema CAE?

Este sistema tiene su origen en las obligaciones adquiridas con la UE a través de la DEE (Directiva de Eficiencia Energética) y que establecen una serie de objetivos para contribuir a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Para afrontar este reto se creó previamente el Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE), que permite gestionar e implementar todas estas actuaciones de eficiencia energética, y al que muchas empresas están sujetas a contribución.

Con este contexto desde el MITECO se establece el Sistema de CAE (Certificados de Ahorro
Energético)
, una iniciativa económica que fomenta la inversión por parte de las empresas y particulares en tecnologías de eficiencia energética que rebajen la factura de los consumidores.

En este sistema se establece también que, aquellas empresas energéticas obligadas a pagar una cuota anual al FNEE, pueden sustituir una parte de sus pagos por una cuantía de ahorro energético certificada, por lo que los CAE generan un mercado de compraventa de valores de ahorro energético en el que podrán intervenir y encontrar beneficio tanto las empresas
energéticas como los consumidores.

Funcionamiento del sistema de CAE.

Para comprender mejor como funciona todo este sistema hay que conocer los principales agentes que intervienen en el mismo:

    • Propietario del ahorro: es el particular que ha llevado a cabo la inversión de una actuación de eficiencia energética, la cual genera un ahorro transformable en un CAE.
    • Sujetos obligados: empresas energéticas obligadas por el Fondo Nacional de Eficiencia Energética a conseguir determinada cantidad de ahorro energético o económico al año.
    • Sujetos delegados: empresas que, independientemente de su mercado, pueden ayudar a los sujetos obligados a conseguir CAE.
    • Verificador de ahorro energético: entidad externa acreditada, la cual revisa que las actuaciones, documentación y ahorros obtenidos son aptos para emitir un CAE.

Entre estos agentes y con los CAE como moneda de cambio se genera un mercado, el cual se resume de la siguiente forma:

    • Demanda: la generan los sujetos obligados / delegados, que son los responsables de generar el ahorro energético.
    • Producto: es la cuantía de ahorro asociada a determinada inversión y oficializada por los Certificados de Ahorro Energético (CAE).
    • Oferta: la generan las entidades que inviertan en actuaciones de eficiencia energética (empresas, comunidades de vecinos o particulares).

De esta forma las empresas obligadas a aportación económica al FNEE pueden deducirse parte de la contribución aportando una cuantía de Certificados de Ahorro Energético, que podrán haber obtenido en el mercado de dos formas:

    • Comprando un valor de ahorro energético susceptible de ser convertido en CAE a un particular (o bien comprándole directamente un CAE a dicho consumidor).
    • Comprando una cantidad establecida de CAE mediante un acuerdo a económico a una empresa no obligada a la aportación de ahorro al FNEE.

 

¿Cómo puedo beneficiarme como consumidor?

La verdadera pregunta es, ¿cómo puedo como consumidor particular obtener repercusiones
positivas de este nuevo mercado de CAE?
La idea es que las empresas comercializadoras compren a los propietarios de instalaciones o inmuebles el ahorro generado por una actuación determinada y que justifique un Certificado de Ahorro Energético, o que sea el propio particular quien venda directamente el certificado emitido. Un ejemplo sería que, si mejoras el aislamiento de tu vivienda y por tanto reduces el consumo de calefacción, la comercializadora de gas pueda compensarte económicamente por ello para poder adquirir ese CAE.
De esta forma la empresa sacará partido de la compra de ese ahorro, mientras que los consumidores ahorran en sus facturas de energía y además obtendrán una compensación económica. Hay que tener en cuenta, eso sí, que todas las actuaciones susceptibles de generar un ahorro deberán cumplir con los catálogos de actuaciones y la normativa que condiciona todo el Sistema de CAE.

Si usted está interesado/a en obtener más información sobre este tema, contacte con nosotros.

Solicita información y presupuesto sin compromiso

"*" señala los campos obligatorios

Nombre*